miércoles, 15 de junio de 2011

Las manos

Infatigable el recuerdo
tan preciso y constante
Inaccesible aquel aroma
tan simple y necesario

Se trata de ustedes
herramientas del afecto
Se trata de aquella mujer.
Conductoras del amor

Aquella sentida imagen
excusa del color más presente
Aquella irremplazable caricia
poseedora del río más dulce

Calor entrañable de invierno
afecto en la medida justa
Dibujos continuos en el aire
siluetas de un testigo en silencio

Mariposas de Silvio
alivio al traerlas
Caminantes de Joan Manuel
pesar de solo buscarlos.

Así las recuerdo, mujer.
niño tan posiblemente incompleto
Dueñas de mi dolor más carnal,
así lo seguiré haciendo, inalcanzables.



1 comentario:

Romi dijo...

Sencilla, profunda e íntegra, fiel reflejo del amor más grande.

Es hermosa mi vida, una vez más, te felicito!